La compra de un auto suele confundirse y ser considerada una inversión, cuando en realidad es simplemente un gasto. En muy pocas ocasiones la compra de un auto puede considerarse una inversión.

Se estima que en promedio, un automóvil pierde desde 10% hasta 20% de su valor apenas sale del concesionario, por el simple hecho de dejar de ser un 0km y nunca recuperará su valor original. Luego, con el paso del tiempo y por el uso, continúa perdiendo valor poco a poco.

Gastos de un auto

De por sí, la adquisición de un automóvil supone un desembolso importante de capital que se acumulan entre los gastos de gestión relacionados con la compra y la tremenda presión impositiva. Luego de esto surgen los gastos recurrentes, algunos de los cuales son fijos (como patente y seguro) y otros variables (como combustible, peajes, lavado). Por último, tenemos los gastos extraordinarios como las reparaciones o el cambio de neumáticos

Costo de oportunidad al comprar un auto

Si se preguntan qué tiene que ver el costo de oportunidad con la compra de un auto, no desesperen, es más sencillo de lo que parece. Cada decisión que tomamos en la vida trae consigo un costo de oportunidad; siempre que aceptamos una propuesta (en este caso un producto) estamos rechazando otra propuesta (o producto).

En este caso en particular, destinar esa suma de dinero a la compra de un automóvil con el mantenimiento que conlleva sumado a los pagos de seguro, patente, combustible, etc. nos quita una oportunidad de poner a trabajar ese capital y generarle intereses positivos.

¿Conviene comprar un auto?

Llegado a este punto, si uno se pregunta explícitamente qué conviene, se podría afirmar que depende demasiado de cada situación en particular de cada uno.

Por un lado, depende del uso que se le vaya a dar. Movilizarse es sin dudas una necesidad, pero para quienes vivimos en los grandes centros urbanos como la Ciudad de Buenos Aires, tenemos a disposición diferentes medios de transporte a un costo mucho más bajo y al mismo tiempo todo queda más cerca. Para quienes viven en el interior, tener movilidad propia puede volverse indispensable. Por lo tanto, si conviene o no tener un auto depende del uso que se le vaya a dar, en comparación con el costo de otros medios de transporte en caso de tenerlos disponibles. 

Por otro lado, los gastos involucrados en el vehículo deben poder ser solventados con facilidad basándote en tu situación financiera actual sin tener que realizar sacrificios significativos y sin perder la capacidad de ahorrar. En el caso que se decida por la compra, se debe comenzar a ahorrar e invertir para poder alcanzar esta meta en un plazo de tiempo más corto.

¿Comprar un auto es una inversión?

No podemos referirnos a la adquisición de un automóvil como una inversión por los motivos mencionados que se resumen en una proposición básica: no mantenemos el capital ni obtenemos una rentabilidad del mismo, a menos que lo pongamos a trabajar, pero eso es harina de otro costal. Por estas razones, la compra de un automóvil debe ser reflexionada y teniendo en cuenta el futuro financiero de cada uno. Tenemos acceso a distintas posibilidades que sí representan una inversión real y no nos causarán problemas de presupuesto a largo plazo.

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