Eduardo Constantini, uno de los hombres más ricos de la Argentina, dio una serie de entrevistas en las que contó cómo se hizo millonario, y eso vamos a estar analizando en este artículo.

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En una entrevista dijo: “La Argentina se comportaba de forma ciclotimica, un cambio de gobierno o de ministro gatillaba un proceso de estabilidad que era percibido como tal, entonces el dólar bajaba, bajaban las tasas, subían los bonos públicos, subía la bolsa, subían los inmuebles. Después, lamentablemente este programa tenía sus inconsistencias, y uno tenía que ir leyendo en qué medida iban creciendo, para saber retirarse a tiempo. Generalmente se gatillaba la crisis con una corrida hacia el dólar, déficit fiscal, subían los precios, empezaban las huelgas y los aumentos de sueldos generalizados. Las cuentas del gobierno no daban, se le cortaban los créditos al exterior. Cuando el dólar empezaba a aumentar le ganaba a todo, y caía el valor de los inmuebles, caía la bolsa y los bonos, y terminaba con el cierre del mercado de cambios, devaluación, cambio de ministros… y cuando entraba un nuevo ministro que era bien visto, yo pasaba todos mis dólares a pesos de la noche a la mañana”.

¿A qué les suena? Lamentablemente, la economía argentina experimenta una serie de ciclos que se van repitiendo a lo largo de la historia, y lo Constantini nos dice, si fue así como él lo cuenta, es que tuvo la capacidad de ir surfeando estas olas, estos ciclos, para ir tomando ventaja de ellos. Esto es lo que se conoce como “especulación financiera” o “carry trade”. En simples palabras lo importante es su capacidad de entender cuándo tenía que tener su cartera en pesos (cuando el dólar permanecía estable), y cuando pasar todo el dinero a dólares porque se avecinaba una crisis.

Si esto fue como lo cuenta, tuvo un timing exquisito y una gran habilidad para entender lo que estaba pasando, para posicionarse y tomar ventaja de eso. Esto es una de las cosas que enseño en mi curso “Aprende a invertir”, entender cómo fluctúa la economía argentina para poder armar nuestra cartera de inversión en función de eso.

En otra nota, dijo: “En los ’80, el mejor departamento de Buenos Aires quizás valía 1 millón de dólares, y el Banco Francés valía 4 millones… no había ninguna proporción. Mi primera compra del Banco Francés fue sólo de un 4%. Invertí 156.000 dólares de un departamento que tenía, fue en el año ’85. Fue una época en la que se amenzaba con que por ahí volvía la guerrilla, la época de Alfonsín. Después vino el Plan de Machinea, y el banco de valer 4 millones, se fue a 22 millones, y no pude comprar más. Entonces agarré mi 4% y lo vendí, ponele que eran 900.000 dólares. Después, en el año ’87, nuevamente la crisis, nuevamente la frustración argentina, y el banco bajó a 10 millones de dólares, y ahí fue dónde pude comprar durante 6 meses el 10% del Francés… y cuando viene Cavallo como Ministro de Economía, terminé comprando el 20%, pero el banco había bajado del 10% al 7%, por lo que compré 13 puntos. El Francés valía, valor libros, 156 millones de dólares. A eso tenía más plata e invertí el 90% de mi patrimonio, pase a la economía real, pase a ser vicepresidente del Banco Francés. No me importaba si la acción se hundía o no. Yo pasaba de ser agente de bolsa a ser el vicepresidente del banco privado quizás mejor administrado. Me acuerdo que el Presidente del banco me preguntó por qué me metía a esos valores… bueno, la apuesta mía es que el banco valga 400 millones de dólares en 5 años, y el banco el año siguiente, por la especulación y la percepción de la Argentina potencia, de 150 millones pasó a valer 1.400 millones.”

De lo anterior, podemos sacar una serie de conclusiones. La primera es que entendió la coyuntura local, él es economista, entonces entendió perfectamente cuándo tenía que invertir en pesos o cuando tenía que comprar dólares. Cuando comprar acciones del banco y cuándo venderlas, esperar que la cotización baje y volver a comprar. Si esto es así cómo él dice es muy impresionante, porque es muy difícil tener esa capacidad de percibir exactamente cuándo es el momento de emprender la retirada, la ambición muchas veces nos ciega.

También tenemos que resaltar que esto es sumamente arriesgado, es una apuesta a todo o nada, puede salir muy bien como puede salir muy mal. Esto es todo lo contrario al criterio de diversificación, que dice que nunca se deben poner todos los huevos en la misma canasta.

Por otro lado, cuando habla del Banco Francés y lo compara con el valor de un departamento, ahí se da cuenta que o el banco estaba muy barato, o los inmubles muy caros, o ambas, y decide vender el departamento para comprar Banco Francés, que entiende que esta subvaluado y debe subir para que el precio se equipare a su valor. Vemos que esto no es un análisis matemático complejo, sino que más bien es entender la economía, comprender cómo funcionan estos ciclos y posicionarse en función de eso.

Por último, otra cosa que me parece destacable es el manejo de las emociones, porque no es tan sencillo entender cuándo retirarse. En un momento dice, el banco valía 22 millones y ahí vendí… esto es muy difícil de hacer, porque cuando uno invierte la ambición hace que siempre se quiera ganar más. Las emociones a veces no nos permiten operar en base a la razón, por eso, si esto fue cómo él lo cuenta, tiene un gran manejo de sus emociones, que es uno de los factores clave a la hora de invertir.

Sin dudas, su historia sobre cómo hacerse millonario en Argentina merece ser conocida… espero les sea útil!

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